En lo profundo.聽

Y es que, solo nos fijamos en lo de afuera, cuando el verdadero sentido, lo realmente importante, y los m谩s grandes y valiosos tesoros los encuentras por dentro, en lo profundo.庐

Una aventura que vale la pena vivir.聽

-Vendame un boleto, dijo aquel hombre reclinado en frente de la ventana, donde se entregaban los tiquetes para pr贸ximo tren. -A donde? Replic贸 el vendedor de lentes oscuros detr谩s del mostrador. -No lo s茅,  solo deme un boleto que me lleve lejos de todos, lejos de esta miserable vida, dijo el hombre denotando su enojo. 

 -Amigo, no tengo boletos para el lugar que busca, replic贸 el vendedor, de hecho, no existe tal lugar. -En ese caso, vendame un boleto a alg煤n lugar donde la vida no duela, donde mis heridas sean imperceptibles, insisti贸.  

-Bueno, ese lugar tampoco existe amigo, pero con gusto le puedo vender un boleto con destino a las monta帽as, sugiri贸; es un lugar muy bello con una vista inmejorable, y paisajes sorprendentes, seguro podr谩 pensar y reflexionar un poco, le sentar谩 bien, dijo el vendedor.                -Que sabe usted de la vida? Que tiene de bella? Que sabe usted del dolor y las heridas? Contra atac贸 exaltado el hombre con una mirada fulminante, y una amargura que resultaba evidente. 

-Seguro mucho menos de lo que usted sabe amigo, pero, si algo me ha ense帽ado la vida, es a entender que no me llevar茅 nada, que nada me pertenece, ni siquiera mi propio cuerpo, y de forma terrible me ha tocado aprender, que todo lo que sembramos un d铆a tendremos que cosecharlo. Pero, por sobre todas las cosas, he aprendido a dar gracias en todo momento, ahora s茅 que siempre habr谩n personas con mucho menos que yo. 

-Que tenga un buen viaje mi querido amigo, dijo el vendedor mientras le entregaba un tiquete con destino lejano. Al mismo tiempo retiraba sus lentes oscuros, y con dificultad sal铆a del mostrador en silla de ruedas, dejando al descubierto la falta de su ojo derecho y sus dos piernas.  

Al verlo, y sin palabras, el hombre de mirada agresiva y fulminante, por primera vez en mucho tiempo,  ca铆a de rodillas en un profundo quebranto, mientras conmovido y arrepentido lloraba inconsolable. Aquella tarde aprendi贸 una gran lecci贸n; la vida es el m谩s grande regalo otorgado por Dios, una bella aventura que nos obliga en corto tiempo a madurar, a ser valientes y esforzados, que nos perfecci贸na a trav茅s del dolor y el quebranto, que nos llena de alegr铆as incomparables y nos brinda la oportunidad de amar, pero, por sobre todo aprendi贸, que sin importar cu谩n dif铆cil fueran sus circunstancias, la vida es una aventura que vale la pena vivir. 

La hora se帽alada.聽

R谩fagas incontrolables de lucidez, alimentados por ef铆meros momentos de ag贸nica cordura, tocaban las fibras de la nostalgia. Otra vez llegaban dulces y c谩lidos recuerdos que fulminan las intensiones, camuflados en matices azules y senderos ausentes. Como un presagio eterno, la hora se帽alada se hizo real. Un adi贸s que promulgaba un hasta siempre, y un juramento como sello final, de un amor inconcluso en d铆as de invierno.

Siempre est谩s. 聽

Te veo en cada pensamiento, te encuentro en cada rinc贸n de mi mente. Te siento en cada una de mis letras, en cada roce er贸tico de la tinta y el papel. 

Y si nos olvidamos de todo y de todos? Y si desnudas tus sue帽os para contemplar tus matices? Y si nos besamos el alma y nos amamos por dentro? Y si no existe un ma帽ana? Y si nos volvemos eternos en la novela de alg煤n escritor? 

Crea un blog o un sitio web gratuitos con WordPress.com.

Subir ↑