Pero los recuerdos nunca avisan, no llaman a la puerta, no esperan.
Se camuflan entre sentimientos, nos traicionan, nos exponen, nos ahogan y asfixian.
Nos consumen en silencio, nos invaden de a poco.
Nos confrontan y nos desafรญan, nos duelen, nos lastiman.
Pero mรกs allรก de todo lo efรญmero, nos llenan de suspiros y sonrisas, nos motivan y enseรฑan.
Y aunque no siempre sea asรญ, recordar es vivir.
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